Tras su luna de miel en Sudáfrica, el diseñador alemán Sebastian Herkner se inspiró en todos los aspectos, elementos y matices que encontró en tantas zonas. La Aarde (que significa tierra) es una representación de esto; de la estratificación que existe cultural, demográfica y en la naturaleza y la luz de África. El Aarde tiene capas sutilmente superpuestas con diferentes profundidades para crear el juego con la luz y la mineralidad que Sebastian vio en el paisaje natural y quiso representar. Los colores terrosos (marrón, rojo, arenisca...) utilizados en esta gama forman parte de la historia que Sebastian quería transmitir.
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