El sillón Oyster es una carcasa fuerte, tenaz y protectora, un interior sensible, tenso en el desarrollo de las formas y al mismo tiempo suave al tacto y envolvente en confort. Las líneas de los "músculos" de la carcasa trasera y las facetas de los laterales hacen que el cuerpo de Oyster sea dinámico y reactivo, una absoluta exclusividad de diseño. Las coincidencias en las nervaduras laterales de las dos conchas cóncava y convexa quedan subrayadas por el envoltorio de sastrería a través de las cremalleras, cerradas por los generosos bordes de las costuras.
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