Las cenizas volantes, un material reciclado que mejora la mezcla, son un polvo fino procedente de la combustión del carbón, normalmente en la generación de energía, y una de las puzolanas más utilizadas en la industria de la construcción. Las puzolanas son materiales silíceos o silíceo-aluminosos que pueden formar compuestos cementosos cuando se mezclan con cemento y agua.
BENEFICIOS
En una mezcla adecuadamente dosificada con cemento Portland, las cenizas volantes pueden mejorar muchas de las propiedades del hormigón, entre ellas:
Mayor trabajabilidad y consolidación
Mayor resistencia a la flexión y a la compresión
Mejor bombeabilidad
Reducción de la contracción por secado
Menor sangrado y segregación
Menor permeabilidad
Mayor resistencia a la ASR y al ataque por sulfatos
Menores necesidades de agua
Consideradas un material reciclado, las cenizas volantes aportan una contribución significativa a la construcción sostenible y pueden contribuir a la obtención de puntos LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental). Su uso en la producción de hormigón consume menos energía y ofrece una mayor eficiencia y rendimiento de los edificios. Por cada tonelada de cenizas volantes utilizada en lugar del cemento tradicional, se consigue una reducción de aproximadamente 0,9 toneladas de dióxido de carbono.
Entre sus aplicaciones se incluyen:
Hormigón
Productos de hormigón Relleno estructural
Estabilización de bases de áridos
Estabilización de suelos
Secado del suelo
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