Contraventana abatible
de lamasde madera exóticade roble

contraventana abatible
contraventana abatible
contraventana abatible
contraventana abatible
contraventana abatible
contraventana abatible
contraventana abatible
Añadir a mis favoritos
Añadir al comparador
 

Características

Tipo
abatible
Material
de madera exótica, de roble, de pino, de pícea
Uso previsto
para ventana
Características técnicas
automática
Colores
marrón

Descripción

Las persianas de ventana han sido un sistema de sombreado muy popular, especialmente en España, Francia, los Países Bajos e Italia. Pero por su funcionalidad, pronto se han vuelto populares en todo el mundo. Es un elemento clásico de la tecnología de sombreado que se ha utilizado desde la época medieval. El lugar de uso de las persianas de madera era variado, desde las ventanas de las casas familiares hasta las zonas acristaladas de las opulentas mansiones. Las persianas de las ventanas no sólo se utilizaban como sistema de sombreado funcional, sino que también servían como sistema de seguridad para los daños en las ventanas o los robos desde el exterior. Nuestras contraventanas se fabrican manualmente con madera de calidad y adaptamos su acabado superficial a las necesidades de nuestros clientes. La madera como material se utiliza para la apertura de las persianas de las ventanas también hoy en día y añade un aspecto clásico al edificio. Además, las características termofísicas naturales de la madera evitan el sobrecalentamiento del interior, a diferencia de los postigos de aluminio. Las persianas de plástico no tienen la resistencia necesaria para ayudar a proteger las ventanas de los daños externos. Por lo tanto, la madera es un material ideal tanto por su funcionalidad como por su belleza. La manipulación de las persianas depende de las especificaciones de nuestro cliente. Producimos persianas personalizadas y somos capaces de producir persianas con lamas fijas y ajustables. Las persianas se abren manualmente o mediante un motor añadido y configurado.

---

* Los precios no incluyen impuestos, gastos de entrega ni derechos de exportación. Tampoco incluyen gastos de instalación o de puesta en marcha. Los precios se dan a título indicativo y pueden cambiar en función del país, del coste de las materias primas y de los tipos de cambio.