El vidrio templado es de cuatro a cinco veces más fuerte que el vidrio recocido del mismo tamaño y grosor contra el impacto.
El vidrio templado tiene una mayor resistencia térmica, y puede soportar altos cambios de temperatura de hasta 250°C.
El vidrio templado se considera un vidrio de seguridad. Es difícil de romper e incluso en caso de rotura, se desintegra en pequeños glóbulos relativamente inofensivos.
El templado no altera las características básicas del vidrio, como la transmisión de la luz y las propiedades de calor radiante solar del vidrio normal.
La superficie del vidrio después del tratamiento térmico tiene la misma resistencia a los daños superficiales que el vidrio recocido.
El vidrio templado no puede ser cortado o alterado.
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