La bienvenida es el objeto de la primera impresión de sus visitantes. También contribuye activamente al estado de ánimo de los empleados, que viven los primeros momentos de su jornada pasando por ella.
La bienvenida es también lo que anuncia la pertinencia y la practicidad de todo el lugar. Una bienvenida "mal dada" nunca es un buen augurio para el resto. Diseñar por separado los flujos de entrada y salida, reservar una zona de espera para los visitantes, ofrecer un entorno de trabajo ergonómico a las azafatas: todo esto debe dictar la reflexión.
Habiendo reflexionado ya sobre estas cuestiones, disponemos de módulos capaces de arreglar espectacularmente numerosos espacios estandarizados. Pero, para situaciones más complejas relacionadas con una distribución original del espacio o con imperativos arquitectónicos o decorativos, sabemos pensar fuera de la caja y construir muebles de recepción específicos.
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