Las formas esculturales, combinadas con la apariencia ligera y aérea, confieren a la mesa TOMO una perfección de proporciones única, a pesar de sus dimensiones decididamente importantes. Una personalidad que no se limita a ningún estilo permite combinarla con todo tipo de sillas, desde las más clásicas hasta las más modernas. Su naturaleza no permite que se la encierre en ninguna categoría estilística, salvo la de obra de arte.
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