La perfección de las proporciones de Egle se refleja en la acertada combinación del respaldo con sus delicadas y sinuosas curvas, expresión de un suave abrazo, con la base de preciosa madera maciza en la que la suavidad del acabado contrasta bellamente con la brillante y lujosa presencia de los detalles de latón. Una pieza única con una personalidad lo suficientemente fuerte como para imprimir su carácter en cualquier ambiente, tanto clásico como moderno
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