Una forma natural y un símbolo intemporal de perfección, en el que la simetría y la asimetría coexisten armoniosamente. Diseñada en 1972, la "cáscara" del huevo contenía una fuente de luz: una idea irónica que sigue funcionando hoy en día. Como en la naturaleza, la cáscara de la lámpara Uovo es la encarnación de la ligereza absoluta, una forma elegante de vidrio soplado blanco satinado que emite una luz cálida y uniforme. Disponible en tres tamaños, tiene toda la versatilidad de una colección pensada para múltiples usos: desde la versión pequeña, que sirve de minúscula lámpara utilitaria, hasta la versión grande, una auténtica escultura de luz, protagonista de cualquier espacio.
Lámpara de sobremesa de luz difusa no regulable. Difusor de vidrio soplado blanco satinado. Base de metal pintado en blanco. Cable de alimentación, enchufe e interruptor negros. Enchufe bipolar europeo. Bombilla no incluida.
CLASE ENERGÉTICA
A++ >> A
CABLE DE ALIMENTACIÓN
Negro
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