Popular desde la época romana, el travertino fue uno de los tipos de mármol más utilizados en los edificios antiguos y ha seguido influyendo en la obra de artistas y arquitectos hasta la era moderna y contemporánea. Este material se reconoce fácilmente por los característicos orificios de su superficie, que deben rellenarse con cemento o resina tras su instalación. El efecto gráfico tridimensional permite a Flaviker reproducir el aspecto rugoso del travertino sin rellenar, creando un resultado final único e impactante que combina la estética del material original con la versatilidad y practicidad de la cerámica.
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