El lavabo del Settecento se inspira en las fuentes de agua bendita como las que se encuentran en las iglesias barrocas y que normalmente son de mármol. Hemos afinado los valores de espesor y los detalles y hemos obtenido un efecto tridimensional sin precedentes en el material cerámico. Este lavabo, de tamaño imponente, se convierte en el protagonista del ambiente del baño.
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