Cuando Anna Weber diseñó el jarrón GLASGOW, se inspiró en el ambiente de un paisaje brumoso. Al igual que la niebla GLASGOW disfraza su contenido en una neblina mística. Cada jarrón se sopla tradicionalmente en un molde especial de madera de haya en una de las empresas de soplado de vidrio más antiguas del bosque bávaro. Este método tradicional en combinación con dos colores de vidrio diferentes hace que cada objeto sea único. Por lo tanto, las burbujas y una superficie desigual son un signo de calidad y artesanía.
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