Un modelo intemporal utilizado ya por algunas generaciones. Su predecesor, de fabricación en serie desde 1850, era el favorito de Pablo Picasso. Desde el siglo XIX, este sencillo y elegante mueble ha enriquecido el aspecto de salones, comedores y cafés de todo el mundo. Hasta ahora se han vendido 60 millones de estas sillas. Valoradas desde hace años por su calidad y durabilidad, que deben a la tecnología de producción en la que predomina el curvado de la madera de haya, las sillas presentan una forma ligera y tradicional que las convierte en uno de los principales clásicos del mobiliario.
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