La silla Timea, que debe su importante nombre al Timeo de Platón, donde el cosmos, "el todo", se describe como circular, se caracteriza precisamente por la continua repetición del círculo, que aparece tanto en el asiento como en el respaldo, pero también en la estructura metálica como en la de madera, convirtiéndose en una figura obsesiva, insistente, elegante y atractiva.
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