Esculpida en hierro con un acabado dorado envejecido, la deslumbrante lámpara de pared Bonheur presenta un aplique en forma de haz y viene con dos pantallas blancas. En su origen, el haz era un símbolo de prosperidad y hospitalidad, y simboliza que alguien ha trabajado duro y ahora puede disfrutar de la buena vida que se merece.