Es un nido rígido de «coral», con un amplio asiento formado por el entrelazado irregular de alambre de acero inoxidable curvado a mano: un proceso que se traduce en la singularidad de cada pieza.
Más de 900 soldaduras se limpian, se redondean y luego se cepillan a mano una a una, para evitar asperezas o puntos afilados: un trabajo de tal complejidad y artesanía artística que requiere una semana entera.
Perfecto tanto para interiores como para exteriores.