La Maison quiso rendir homenaje a una de las épocas de mayor influencia del refinamiento francés, la de los años 30 y 40.
La época que supo primar lo mínimo sobre lo máximo, el detalle sobre lo superfluo, que privilegió el ser sobre la apariencia, que sublimó "la inteligencia de las manos" y el sentido de las proporciones.
Más que un minimalismo árido, cúbico e industrial, Max destaca por su sencillez, franca, agradable y reconocible, rara y preciosa.
Detenerse en la aparente sencillez de Max sería un error. Como todas las cosas sencillas y bellas, es el resultado de una elección sin concesiones: desde el confort hasta la calidad de los acabados artesanales.
La colección Max está disponible en diferentes tamaños para sentarse y dormir,
-desde el sofá hasta el sofá cama -en múltiples longitudes
-hasta el sillón club - también disponible como sillón convertible
se adapta a todos los hogares y a todas las ocasiones.
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