480 pedazos de cristal mano-trabajado integral para 24 quintales de peso.
La instalación evoca la serenidad espacial de un claustro.
Las transparencias cristalinas, exaltadas por la luz, crean un espacio enrarecido, sereno, perfecto.
Una fuente de agua pura es simbolizada por el pozo, generador de las vibraciones concéntricas y de la ordenada de plantas y de tarros del cristal,
interpuesto y al mismo tiempo conectado por los cristales bajo la forma de piedras.
El visitante tendrá que inevitable prestar la mucha atención a superarlos, antes de alcanzar el pozo y de pasarlo por alto para desenredar el secreto que contiene.
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