Ligera, compacta e inspirada en una idea de belleza pura y esencial, la silla Tè es un objeto que captura la atención con discreción. Disponible en dos acabados, fresno natural o teñido en carbón, representa en muchos aspectos un homenaje al origen japonés de sus diseñadores: cuidado del detalle, materiales naturales, formas suaves, líneas orgánicas y, no menos importante, un nombre sugestivo y evocador.