El sofá Sheridan se distingue por sus líneas netas y simétricas, por su amplio costado, por el elegante reborde que recorre su perfil y por su base de metal pintada en bronce, que le confiere un sofisticado reflejo luminoso. El respaldo y el brazo, ambos de forma trapezoidal, están revestidos en tejido o piel desenfundables y combinados con un cómodo asiento con cojines personalizables.