Los bolardos automáticos Rhino se accionan principalmente de forma hidráulica, lo que se adapta bien a nuestro clima nórdico, ya que no hay que pensar en resolver los problemas de humedad y condensación que pueden producirse en las soluciones neumáticas. Los bolardos están disponibles en una variedad de dimensiones y también con un alto grado de seguridad.
Los bolardos automáticos Rhino tienen una gran variedad de usos, que van desde su utilización como separador, control y enrutamiento del tráfico hasta barrera y protección directa. Los bolardos automáticos Rhino con función de regulación de altura se utilizan en zonas en las que se desea trabajar de forma flexible con la protección de áreas y la delimitación del tráfico. La maniobra en altura se realiza mediante maniobra mecánica o eléctrica. En el caso de la maniobra eléctrica, el bolardo es accionado por una unidad de accionamiento hidráulica incorporada y la operación se realiza con un mando a distancia u otro equipo de control. Los bolardos fijos son adecuados para zonas en las que se desea una demarcación clara y permanente al tráfico.
Los bolardos eléctricos y fijos también están disponibles con un mayor grado de seguridad, una versión antiterrorista. Los bolardos están fuertemente reforzados y han sido sometidos a pruebas de choque contra las clases de seguridad hasta K12 / M50. Este diseño es una buena alternativa cuando se desea una mayor resistencia a las colisiones, por ejemplo en bancos, embajadas y para empresas en las que las compañías de seguros exigen una mayor protección contra los robos.
Gracias a la sencilla apariencia de los bolardos automáticos Rhino y al hecho de que se hunden en el suelo, los bolardos automáticos Rhino se han convertido en una opción popular con el diseño minimalista actual. Los bolardos automáticos Rhino están disponibles con recubrimiento de polvo en cualquier color RAL o en acero inoxidable para adaptarse al entorno.
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