Con sus líneas fluidas, WIGGLE hace un claro guiño a los años setenta y llama inmediatamente la atención. Su contorno es una reinterpretación de las formas funky, juguetonas y orgánicas que tanto molaban, pero pasando por encima de los colores caramelo tan evocadores de aquella década, la hacemos elegante y a la última. Una línea sinuosa se graba en la superficie del cristal y la forma mate y atrevida se impone sobre un espejo rectangular. Esta ruptura de la superficie interrumpe el reflejo y crea un juego visual de formas y líneas con un marco orgánico de líneas fluidas. El espejo puede colgarse en 4 direcciones.
---