Integrada a la perfección desde una pata hasta el reposabrazos, el respaldo y la otra pata, la silla está diseñada para que el usuario pueda confiar cómodamente su cuerpo en ella, dándole una sensación de unidad con la silla al proporcionarle apoyo en los lugares exactos del cuerpo.
Esto se consigue gracias a los meticulosos esfuerzos realizados para alcanzar el equilibrio perfecto del respaldo de madera que abraza los hombros, y aplicando un acolchado perfecto en el asiento. Kita y nuestro equipo de desarrollo de productos utilizaron arcilla para crear las formas, y produjeron repetidamente prototipos. Los brazos y el asiento, delicadamente curvados, añaden unas dimensiones exquisitas a la silla, mientras que el grueso acolchado contribuye a una sensación visual de estabilidad.
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