Cálido, con conexión a tierra, estable y flexible en las formas en que se puede utilizar: Corker es uno de esos talentos universales que simplemente quedan bien en cualquier ambiente como asiento extra o mesa auxiliar. Corker está disponible en tres tamaños y juega con su naturaleza no sólo en su nombre, sino también en su diseño: La silueta del corcho de una botella de vino sirvió de inspiración. El mueble casi puede considerarse un objeto de arte pop por su referencia directa, simplemente ampliada, a un objeto tomado de la cultura cotidiana.
Corker se originó en el Pabellón 2012 de la Serpentine Gallery de Londres. El diseño del pabellón temporal de verano fue un proyecto conjunto del estudio de arquitectura Herzog & de Meuron y el artista, diseñador y arquitecto chino Ai Weiwei. El objeto de diseño de corcho formaba parte del concepto global.
La función y el diseño de Corker son atemporales, y la calidad de su material, vanguardista: El corcho utilizado para la producción de Corker en Portugal procede de bosques locales sostenibles, es duradero y reciclable al cien por cien. Al mismo tiempo, este mueble debe su tacto acogedor y aterciopelado al material.
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