El diseño totalmente nuevo surge de un desplazamiento rotacional de la base y los tableros, que desplaza la atención de lo familiar a lo inesperado. Aquí, es la diagonal y no el ángulo recto lo que dirige la base de la mesa baja Décalage: su uso básico se mantiene, pero la forma ha cambiado y envía la mirada en una nueva dirección. El efecto moiré del cristal estriado enriquece la percepción del infinito, donde todo parece inclinado aunque todo sea recto. La hoja superior de vidrio templado, de 8 mm de grosor, está estriada con finas rayas; el vidrio inferior, de 6 mm de grosor, está esmerilado al ácido en su cara superior (tacto sedoso). La base es de fresno macizo teñido de negro, ensamblado en ángulos diferentes para conseguir una forma resuelta y elegante. La yuxtaposición de los dos elementos forma un dibujo único, cuyo efecto se refuerza aún más cuando se mira desde arriba, amplificando la asimetría.
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