En nuestro viaje entre el pasado y el futuro nos encontramos con un agradable lugar de contradicciones y lo llamamos Tab.
Aquí el orden de las cosas es sólo el que nosotros queremos que sea, y la modernidad es un flashback de los años 70. Su estilo es una idea de elegancia lineal, sin ostentación. Su entorno es un paisaje urbano, rodeado de una atmósfera casi étnica. Y el espacio encuentra su equilibrio en una revolución, porque no tiene limitaciones geométricas definidas, salvo las deseadas por nuestro bienestar. Se descompone, se multiplica o se refleja. Líneas acogedoras, suaves y limpias, que encuentran su coherencia en un marco asimétrico, tan único, cada vez original.
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