Hemos desarrollado un material tradicional como la cuarcita, con una percepción típicamente fuerte y con cuerpo, con la intención de volverlo sofisticado y contemporáneo.
La estructura retoma los característicos desconchados pero es más delicada; las transiciones entre las zonas claras y oscuras siempre están matizadas con la presencia de ligeras vetas; el color se muestra homogéneo sin variaciones cromáticas significativas.
Los detalles gráficos más fuertes y los cambios cromáticos más marcados se atenúan para suavizar el aspecto general de la superficie, manteniendo los efectos de detalle y tridimensionalidad.