La figura mitológica de la Quimera se presta a describir casi a la perfección la inspiración decorativa que subyace en la colección cerámica homónima diseñada por Elena Salmistraro. Originada a partir de cuatro temas gráficos con los nombres de Empatia, Radici, Ritmo y Colore, esta familia de grandes placas se distingue por una marcada extroversión visual, con temas que mezclan diferentes códigos de trazos y colores con recortes derivados del aspecto superficial de piedras, tejidos y cueros.
En este carrusel expresivo, siguiendo siempre la sugerencia dada por la imagen guía de la quimera, la autora orquesta combinaciones intrigantes de figuras, que se amplifican mediante el uso de una innovadora técnica de procesamiento de superficies cerámicas. Además de lograr una viveza cromática totalmente inusual, se crean decoraciones en surco o relieve que generan sensaciones táctiles de extraordinario efecto, similares a bordados diminutos que se extienden sobre las placas con resultados nunca antes expresados por un producto de la marca CEDIT.