Es sobrio, linear. Vive la sala de estar de una manera racional. Usando los tejidos y transformándose, puede ser insertado en cada clase de amoblamiento. Siente bien a un compañero y a un cómplice que viajan de la comodidad. El sillón de Micaela, caracterizado por la modernidad que gana, satisface los nuevos hábitos de la vida moderna que crean las soluciones que permiten una mejor flexibilidad en su uso. Es uno de esos objetos que representen una opción de la cultura, y que es caracterizado no por la manera, pero por el gusto de la elegancia no exhibido. Son ideales para un amoblamiento previsto para la gente que puede cultivar el placer de la vida.
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