Mistral nació de una sugestión muy particular: el encanto de la simbiosis natural entre el hombre y el animal que siempre ha caracterizado la vida de las personas a caballo, pastores o vaqueros, pero más concretamente a los ejemplos europeos del Mediterráneo, como el butteri de la Maremma o el gardian de la Camarga.
Las curvas de la silla son las que dibujan el respaldo de cuero, sobre el que descansan los cojines. Elementos esenciales y sencillos. Formas reducidas al mínimo. La forma arqueada de la versión "Curve" se caracteriza por puntos de diferente profundidad del asiento.
Mistral recuerda al viento mediterráneo, que atraviesa las regiones costeras que dan al norte del Mediterráneo, y a los pastos donde los butteri y gardien en la silla de montar vigilan los rebaños.
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