El calentador de toallas ha entrado ya no sólo en nuestros hogares, sino que se ha convertido en una auténtica necesidad.
Estéticamente bello, es un objeto de lujo refinado y sobre todo práctico por excelencia.
La fusión de estos dos componentes ha hecho que en este sector la tecnología y la belleza vayan de la mano.
A la diversidad de tipos y la posibilidad de personalización, se suma una amplia gama de acabados que lo convierten en un objeto de diseño.
Técnicamente este producto está fabricado con un gran plus (que no hay que subestimar: está ensamblado en latón y no contiene acero de ninguna manera.
El latón tiene un coste más elevado que otros metales como el acero (o el hierro), pero en comparación con ellos tiene varias ventajas, entre ellas:
excelente resistencia a la corrosión
conductividad térmica y eléctrica
ausencia de fragilidad hasta -100 °C
Los calentadores de toallas eléctricos son una alternativa válida a los de agua, especialmente si no se dispone de conexiones a la red de agua
Como opción, en casi todos los modelos, está disponible la aromaterapia.
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