Mensajero de la naturaleza: el hammersvik es un oasis de calma y también un elemento sostenible y decorativo. Los enormes troncos de haya, con las típicas grietas resultantes del proceso de secado, han sido cortados en rodajas, descortezados, cepillados y lijados, y luego encalados. Cada rodaja descansa sobre seis esbeltas patas de haya que se estrechan hacia el final. La mesa combina bien con entornos rurales y urbanos.
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