La integración del diseño, el arte y la luz en la arquitectura viene de muy lejos, tal vez es por esta razón que, poco a poco, las lámparas han dejado de ser solo un objeto emisor de luz para convertirse en esculturas lumínicas que exaltan y confieren un carácter especial al objeto y a su entorno. Es la luz quien toma el protagonismo y lo hace jugando a través del relieve de las formas y sus sombras. Y es tanta la importancia de la luz, que cualquier cambio de su incidencia en el objeto altera el concepto formal del proyecto. Una escultura puede parecer más o menos estática, de mayor o menor resalto, conforme varíe la luz exterior que recibe. En DOME decidimos llevarnos la luz fuera del objeto, dejar que sea una escultura lumínica creada y pensada para recibir y emitir una luz sutil, un juego de sombras y matices que enriquezcan el espacio para el que son creadas. Desarrollar este proyecto con Benedetta nos ha permitido hacer una reflexión sobre el arte de iluminar, reinterpretar la luz y crear objetos que se acerquen más al arte que al desarrollo industrial. Dejarnos llevar y hacer lo que de verdad nos gusta. La realización de estas esculturas de luz es totalmente artesanal y se realiza íntegramente en las instalaciones de BOVER Barcelona. Se necesitan más de 170 fragmentos para componer este gran mecano de pequeñas y grandes piezas de madera, sabiamente entrelazadas y cosidas una a una por las manos expertas de quienes conocen bien el oficio manual que requiere la confección y el cuidado de todos nuestros productos realizados en cinta.