Flatiron se manifiesta plenamente en la multiplicidad de sus roles. Escritorio de representación, escritorio, mesa: en cada uno de sus roles, se convierte en un protagonista importante gracias a la poderosa expresión escultórica de las formas y los volúmenes, que son armoniosos, rigurosos y elementales. La forma del cuerpo idealmente evoca la masa del célebre rascacielos neoyorquino Flatiron Building: con una nueva línea formal de inspiración semiabstracta, la suavidad de las superficies y la forma de las patas en paralelepípedo redondeado se integran en el continuum formal de la tapa de madera con líneas orgánicas. El léxico estético de Flatiron se convierte en protagonista en el panorama del mobiliario ejecutivo profesional, pero también en entornos de comedor y sala de estar prestigiosos y representativos. Un rasgo característico de la tapa Flatiron es la aplicación de metal, una extensión de la pata que, además de su función estética, también puede desempeñar una función práctica: la aplicación presenta un agujero pasacables que permite mantener ordenada la tapa del escritorio.