Tata celebra la artesanía y la confección paciente. Es una cama elegante, esencial en sus formas, definida por una sucesión de líneas curvas, y refinada en su lenguaje material gracias a la estructura de madera maciza acentuada por un revestimiento de cuero que, aplicado con hábil artesanía, sigue cuidadosamente sus perfiles. Los pies, bajos, empotrados e invisibles, hacen que la cama parezca casi suspendida, mientras que el cabecero y el somier son ligeramente cóncavos para acoger mejor el colchón. Dos mullidos cojines rectangulares, reclinables y ajustables, completan el cabecero para proporcionar apoyo y un cómodo descanso.
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