El aparador Lapiaz lleva la artesanía y el diseño excepcionales a un nuevo nivel.
Sus rasgos orgánicos se consiguen mediante la colocación manual de latón pulido, y un acabado lacado en negro brillante que irrumpe desde el interior hacia las distintas fachadas exteriores. Las puertas y los cajones de diferentes formas están adornados con detalles en oro martillado, lo que transmite sofisticación y elegancia para aportar un nuevo brío contemporáneo a los interiores refinados.
Este lujoso aparador, que encuentra belleza en los lugares más inesperados, nace de auténticas formaciones kársticas creadas por la disolución, congelación o descongelación de la superficie de las rocas dolomitas.