Una serie de cuencos decorativos que Fuhrmann diseñó para blomus en 2007 - es todo refinamiento discreto y longevidad. Para Fuhrmann, la durabilidad de un objeto es sinónimo de calidad. Los elegantes clásicos de blomus en acero inoxidable brillante se retiraron de la gama permanente en 2015, pero ahora se relanzan en metal quemado, y se sienten tan relevantes y contemporáneos como cuando se introdujeron por primera vez hace casi dos décadas.
Los sencillos cuencos Ondea, con sus bellas siluetas curvas, son perfectos para exponer frutas en la mesa del café o en la encimera de la cocina, pero quedan igual de bien cuando se tratan como piezas puramente decorativas. Su carácter esencial realza el interior y fomenta una forma más reflexiva de comprar y vivir con objetos atemporales.
---