La serie Gloss se compone de teselas de vidrio con una superficie caracterizada por reflejos iridiscentes. Se producen y decoran con óxidos que, al fundirse completamente en el vidrio, permiten crear colores puros. El efecto iridiscente se obtiene rociando las teselas de vidrio con un producto químico que reacciona con el calor para crear este particular efecto elegante y refinado.