Sus aplicaciones principales son el revestimiento de márgenes de ríos y canales, protección de estribos de puentes, plataformas de cimentación y consolidación de taludes en carreteras y vías de comunicación.
Constituyen una de las soluciones más aplicadas en el medio hidráulico desde hace más de un siglo. Gracias a su gran versatilidad y resistencia son aptos para todo tipo de emplazamientos, desde el origen de los ríos hasta su desembocadura en lagos, embalses o en el mar.