Los numerosos modelos de Siardo tienen una cosa en común: todo el diseño se caracteriza por sus formas redondas y arqueadas. Sus superficies de asiento están hechas de tubos redondos de acero inoxidable, que prácticamente no tienen costes de seguimiento y que tampoco son interesantes para los pulverizadores. Siardo se adapta al entorno gracias a su elegancia simple y discreta y a su diseño abierto y transparente. Su lenguaje formal redondeado o en forma de arco crea una suave transición al entorno, en particular porque las patas o la base, la espalda o los apoyabrazos son bastante diferentes en las versiones individuales. En amarillo o en rojo se convierten en atractivos y en declaraciones en el espacio, sin perder su discreta elegancia.
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