Antoni Gaudí es admirado mundialmente más allá del ámbito de la arquitectura, adentrándose en piezas como el sillón Calvet. Diseñado en 1900-1901 para la Casa Calvet de Barcelona, el sillón de roble está hecho a mano de la misma manera que en la época de Gaudí. Cinco piezas se encajan para formar el grueso cuello, las asas arqueadas y el respaldo en forma de corazón del cuerpo tallado que explora el arte único y la fuerza expresiva de Gaudí.
La silla está numerada y va acompañada de un certificado firmado por el director de la Cátedra Gaudí, que certifica que se trata de una reproducción fiel y exacta del original diseñado por Antoni Gaudí.
Dotado de calidad e historia, el sillón Calvet no carece de estilo.
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