La inspiración surgió al doblar un simple trozo de papel; el objetivo del proyecto era reproducir esta forma dándole cuerpo y resistencia sin perder la sinuosidad de sus curvas.
El dibujo del cojín recuerda una forma zoomorfa, un organismo vivo, animal o vegetal, parásito o simbionte, que abraza con fuerza la silla, pareciendo crecer en ella en contraste con la frialdad y dureza del metal.
Da la sensación de que, al abandonar la habitación durante un tiempo indefinido, uno podría encontrarse a su regreso la silla completamente invadida por este organismo parásito, apoderándose del duro metal.
Al volcar la silla, se convierte en una mesa auxiliar que contiene también un revistero.
acero inoxidable AISI 316 pulido a espejo - tapizado del cojín en cuero auténtico
Edición limitada de 20 ejemplares
firmada y numerada por los artistas, se entrega con Certificado de Autenticidad
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