De la colección Superclassic, esta lámpara de suspensión es una joya de la artesanía florentina.
Sus cristales en forma de lágrima, junto con los tejidos dorados, confieren elegancia y suavidad al conjunto, dotando a cada estancia de una luz relajante y al mismo tiempo alocada.
Perfecta para colocar en ambientes clásicos, pero también para dar calidez a un entorno más moderno y geométrico.
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