Esta escultura, creada a partir de una raíz de madera de teca erosionada por el tiempo, destaca por su textura exclusiva y su encanto natural.
Tratada y con un acabado que respeta su autenticidad, se eleva sobre una base redonda de teca.
Con una altura de 160 cm, su forma orgánica captura la majestuosidad de la naturaleza, convirtiéndola en una pieza decorativa única y llena de carácter.