Geodésica es todo lo inherente a la Geodésica (/ge·o·dè·ti·ca/); en matemáticas, y más precisamente en geometría diferencial, la geodésica es la curva más corta que conecta dos puntos en un espacio; las geodésicas son fundamentales, por ejemplo, para el estudio de superficies.
Las cúpulas geodésicas son, por lo tanto, estructuras tensoras hemisféricas, compuestas por una serie de vigas (sus geodésicas, precisamente, representan los arcos de un círculo máximo en una esfera) que descansan sobre una base esférica.
Las geodésicas, que la componen al intersecarse entre sí, forman triángulos.
La estructura modular así creada crea un efecto de panal que, a nivel funcional, proporciona resistencia a la cúpula geodésica, distribuyendo las tensiones locales uniformemente por toda la estructura.
Dibujar una cúpula geodésica con papel y lápiz no es nada sencillo, como tampoco lo es diseñarla y construirla. De hecho, cada cúpula debe diseñarse desde cero, en función de su tamaño, forma y materiales.
Hoy en día, diseñar una cúpula geodésica mediante cálculos informáticos con Autocad (o programas similares como SketchUp o Rhinoceros) y utilizando archivos .dwg es sin duda mucho más sencillo que antes, pero estas estructuras no pierden su encanto ni su valor, tanto estructural como funcional.