Pequeños guijarros con esmaltes en relieve se entrecruzan unos con otros, creando una red de colores brillantes que parecen flotar sobre un fino cuerpo blanco. Una paleta de la que partir para revestir interiores de gran personalidad y modernidad. Los profundos cristalinos cubren de luz todas las estancias. Precioso es el grueso efecto craquelado que da lugar a reflejos cristalinos a partir de las preciosas grietas superficiales sobre formatos que realzan el material.
---