El avance de la urbanización ha significado la desaparición de zonas vegetadas y ello acaba teniendo una considerable repercusión en el calentamiento global, en general, y de las ciudades, en particular. Con el incremento de las superficies selladas urbanas, el crecimiento de la vegetación es muy reducido, y el beneficioso efecto refrigerante de la evaporación vegetal es muy limitado.
En la “Cubierta verde para climatización urbana” se consigue garantizar una elevada evapotranspiración, especialmente en períodos secos y calurosos. Todo ello gracias al sistema de riego incorporado y a la elección de la adecuada vegetación. Un aumento de la evapotranspiración contribuye siempre a refrescar la temperatura ambiente en las ciudades.
El sistema es útil en cubiertas sin pendiente mínima o con pendiente hasta aprox. 5°, así como también en cubiertas invertidas.
Gestión de aguas pluviales: Si lo permiten las condiciones climáticas y las características del proyecto, es posible almacenar agua de lluvia para su uso como agua de riego durante períodos secos.
Utilización de aguas grises: La gran ventaja de las aguas grises es su permanente disponibilidad como recurso hídrico, incluso durante la estación estival. Puede ser una de las fuentes de suministro habituales en una “Cubierta verde para climatización urbana”. La comunidad de plantas seleccionadas para este tipo de cubierta han sido especialmente seleccionadas en el marco de un amplio proyecto de investigación, teniendo en cuenta su adaptabilidad a las aguas grises.
Gestión de aguas freáticas: Las aguas freáticas son otro recurso hídrico disponible en muchas regiones.