Este mobiliario proporciona una intimidad cómoda, acercando a las personas a una distancia de solo 50 cm. Desde un punto de vista ergonómico, abraza a sus ocupantes hasta los hombros, creando un capullo en el que una pareja puede conversar, sintiéndose protegida del mundo exterior. Su singularidad lo hace adecuado para espacios privados como una boutique o un área de coworking, fomentando interacciones cálidas y confidenciales.