La luz resplandeciente de Atlantis, que parece viva, crea una vibrante fuente de energía. Su efecto hipnótico y orgánico se crea mediante cientos de tramos iluminados de cadenas de níquel. Como el agua en el océano, las cadenas de Atlantis parecen líquidas, cayendo en cascada sobre sus brillantes bandas de níquel y descendiendo hacia el abismo antes de volver a girar sobre sí mismas. Atlantis se compone de casi cinco kilómetros de cadena, meticulosamente elaborada a mano por maestros artesanos italianos. Diseño Barlas Baylar.
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