Golpee ligeramente y el tablero se abrirá. Prácticamente se espera una especie de zumbido, pero el movimiento sigue a la mano sin hacer ruido. Las mesas de Wolfgang Hartauer son ingeniosas maravillas. Cilindros esculturales que hacen de una habitación una declaración. Hartauer las diseñó mientras buscaba una mesa de centro decente.
¿No encontraba nada adecuado? Hizo de la necesidad virtud y simplemente creó una él mismo. Hartauer, nacido en Ulm y que estudió arquitectura en Múnich, dio forma a los anillos con tableros de MDF y los unió a la perfección como los anillos de crecimiento anual de un árbol. Para él, el hecho de que la base de la mesa más grande permaneciera hueca tenía un efecto secundario beneficioso, ya que proporcionaba espacio de almacenamiento.
Esta mesa no es sólo una mesa. Los anillos de MDF lacados en negro le confieren una estructura. El tablero giratorio que se abre hacia un lado sirve para guardar cosas y permite mirar dentro. El lema de Hartauer: "Todo lo que se revela debe ser bello" El interior es llamativo: meticulosamente elaborado con un eje de acero inoxidable que gira sin ruido sobre cojinetes de deslizamiento y hace que todo sea móvil. Perfecto como un reloj.
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